Rosa Blasco

Rosa Blasco, igual que Vincent Van Gogh, unos de los personajes que pueblan las páginas de “El Sanatorio de La Provenza”, se revela en esta novela como una excelente pintora de emociones y sentimientos. Con una paleta enormemente rica en matices, Rosa nos introduce en el paisaje de la Provenza  a través de una historia engranada de forma sólida y eficaz, en la que todo termina encajando a la perfección cuando el lector alcanza las últimas páginas.

El morado de la lavanda es solo el fondo sobre el que Rosa dibuja trazos vigorosos con el rojo de la pasión entre los protagonistas, el negro de los hábitos y de las muertes inexplicadas o el blanco de la inocencia de una novicia.

La novela es también un fresco costumbrista de la sociedad decimonónica francesa y española, algo que consigue plasmar a través de un lenguaje que no desentona con la época que describe.

Entre los muros del sanatorio psiquiátrico de Saint Remy se desatará la tragedia al sucederse una serie de muertes inexplicadas, y aquí es donde la autora deja entrever su formación como médico y su conocimiento de la ciencia forense, sin rehuir escenas de cierta crudeza que ponen el contrapunto a la exquisita sensibilidad con que se conduce de principio a fin. Así, a la poética descripción del paisaje que rodea el monasterio, puede seguir el detalle pormenorizado de una autopsia llevada a cabo por el protagonista, un joven médico de origen español. El Sanatorio de La Provenza huye así de un fácil encasillamiento dentro de la novela romántica para adentrarse en el terreno de la novela negra y el thriller de intriga, combinando ambos elementos con destreza a lo largo de la trama.

El conocimiento profundo de la naturaleza humana que la autora demuestra, le sirve para dibujar toda clase de pulsiones en sus personajes, desde la amistad más pura al deseo apasionado, la ambición y el despecho, la envidia o el deseo de venganza, despertando en el lector la necesaria empatía con los protagonistas.

Un final inesperado y sorprendente acaba de redondear un libro que deja un regusto enormemente agradable y que aviva el deseo de seguir disfrutando con los próximos trabajos de Rosa Blasco.

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1 comentario

  1. Y se me olvidaba: El Sanatorio de la Provenza es una novela que alcanzaría todo su potencial si el lector pudiera sostener el libro de papel entre las manos.

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