IKIGAI . El secreto de la (casi) eterna juventud.

Del libro IKIGAI de Héctor García (Kirai) y Francesc Miralles.

Las «zonas azules» del mundo, aquellos lugares donde se vive más tiempo y mejor, han fascinado a los científicos desde hace décadas. Entre todas ellas destaca la isla de Okinawa y más concretamente Ogimi, llamada también «la aldea de los centenarios» porque es el lugar del mundo con un mayor índice de longevidad.

Aquí el número de centenarios por cada 100.000 habitantes es de 24,55, muy superior a la media mundial.

Cuando se exploran los secretos de los centenarios japoneses, una palabra misteriosa aparece en boca de todos: Ikigai.

Este concepto japonés, que se traduciría a grosso modo como «la felicidad de estar siempre ocupado» es un seguro de larga vida. Más allá de la alimentación, la vida sencilla al aire libre, el té verde o el clima subtropical —la temperatura media en Okinawa es parecida a Hawái—, una de las claves es el ikigai que rige la vida de estos saludables ancianos.9788479539221

Para confeccionar este libro, que hoy está traducido a más de 30 idiomas, nos propusimos viajar hasta allí. El objetivo era hacer trabajo de campo y conocer sobre el terreno los secretos de los centenarios japoneses para una existencia tan longeva y feliz, puesto que en Ogimi —ese es el nombre del pueblo— los ancianos se muestran activos y satisfechos hasta el fin de sus días.

Nada más llegar a este lugar sin un solo hotel ni infraestructura turística alguna, cosa que nos obligó a alojarnos en una casa a 20 kilómetros, pudimos percibir la extraordinaria amabilidad de sus habitantes, que reían y bromeaban todo el tiempo en medio de las verdes laderas regadas por el agua pura.

¿Sería ese el secreto de la longevidad de los habitantes de Ogimi? ¿O era el agua pura con el que elaboran el té de moringa?

A medida que realizábamos las entrevistas a los más viejos del lugar, nos dimos cuenta de que había algo mucho más profundo que el poder de estos productos de la tierra. La clave estaba en una insólita alegría que brota de los nativos y que guía su vida por un camino largo y placentero.

Nuevamente el misterioso ikigai.

Pero, ¿en qué consiste exactamente? ¿Cómo puede adquirirse? No dejaba de sorprendernos que este remanso de vida casi eterna se encontrara justamente en Okinawa, donde se perdieron 200.000 vidas inocentes al fin de la Segunda Guerra Mundial.

En lugar de guardar rencor a los invasores, sin embargo, los okinawenses recurren al ichariba chode, una expresión local que traduce como: «trata a todos como si fueran tus hermanos, aunque sea la primera vez que los conoces.»

Cuidar de las amistades, una alimentación ligera, descansar adecuadamente y el ejercicio suave formarían parte de la ecuación de la salud, pero en el centro de esa joie de vivre, la alegría de vivir que les impulsa a cumplir años y a seguir celebrando cada amanecer, está el ikigai personal de cada uno.

Quien encuentra su ikigai lleva ya consigo todo lo necesario para una larga y dichosa travesía.

Héctor García (Kirai) & Francesc Miralles

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