El próximo 21 de febrero se estrena la serie La cocinera de Castamar —basada en el libro homónimo y ambientado en las cocinas de un ficticio ducado—, y aprovechando esta ocasión traemos una selección de títulos que recrean la intimidad doméstica entre fogones, la cocina de los Reyes o exquisitas anécdotas periodísticas sobre comida y bebida:

El perfeccionista en la cocina: el novelista Julian Barnes relata en este divertidísimo libro sus experiencias como anfitrión y cocinero aficionado, irremediable coleccionista de recetarios que sigue al pie de la letra y que le han valido variados desastres culinarios ante sus invitados. Una ácida crítica hacia los libros de cocina y sus rutilantes recetas ilustradas a todo color, plagados de contradicciones e imprecisiones (¡Me lo dicen ahora!, titula uno de sus capítulos), pero impregnado de un humor finísimo y amable que hará las delicias del lector, donde se encontrará a buen seguro identificado con muchas de las situaciones descritas en él. ¿Qué se puede hacer, cuando siguiendo las consignas de un reputado libro de cocina, uno prepara los entrantes y el postre y compra el plato principal y luego tus invitados te piden la receta sólo de este último, creyendo que lo has cocinado tú? Para saber la respuesta tendrán que leer a Barnes.

A la mesa con los Reyes: en este libro, su autora hace un repaso histórico acerca del nacimiento de la cocina francesa durante los reinados de Luis XIV y Luis XV, donde surgen los conceptos  del “buen gusto” y el placer en la comida. Francesca Sgorbati Bosi relata cómo una comida real se conformaba de cinco servicios y de hasta 28 platos distintos, clasificados en poutages, entrées, principales, entremets y postres, generosas mesas  que daban cuenta de la riqueza de Francia y del buen apetito de la realeza de la época. Trufado de referencias culturales (por sus páginas desfilan Moliere, Saint-Simon o Voltaire), incluye una detallada descripción de recetas, conservas, vinos, aguardientes, cafés y chocolates, junto a los peligros que entrañaban el uso del cobre en los contenedores (que comenzaron a ser sustituidos por hojalata) o el agua de París, famosa por provocar violentas diarreas.


Beber o no beber. Una odisea etílica : el excrítico de vinos en Vogue Lawrence Osborne  lleva a cabo un recorrido en primera persona en este libro por los bares de todo el mundo —desde los pubs de Inglaterra hasta el bar del hotel Windsor de El Cairo, pasando por Beirut— donde relata sus experiencias etílicas según la zona geográfica visitada, al tiempo que le sirve de excusa argumental para trazar un mapa geopolítico del estado del mundo tomando como hilo conductor la relación de cada país con el alcohol. La especial relación de los asiáticos con el whisky (“en realidad, en el corazón de cualquier país no occidental”, escribe Osborne), la dificultad de consumir alcohol en Estambul (“beber allí es caro y poco refinado”) o cómo aprendió a beber vodka tras una entrevista a los fundadores de la marca sueca Absolut

El festín de Babette : la autora de Memorias de África plantea en este pequeño libro la oposición entre puritanismo y hedonismo, en el marco de un apartado pueblo atravesado por la religiosidad pero donde habitan tras ella la desconfianza y las rencillas entre sus habitantes. La liberación de las ataduras morales y la reconciliación se producirán de la mano del desfile de platos de una suntuosa comida preparada en la casa de dos hermanas, a cargo de su silenciosa doncella francesa. Un delicioso y exquisito libro sobre el poder transformador de la cocina. La inolvidable película basada en el libro y dirigida por Gabriel Axel obtuvo el Oscar a mejor película extranjera en 1987.

Marta, Librera de Casa del Libro Gran Vía 

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