¿Un soundtrack para el amor?

Una vez, hace un montón de años, un compañero de la secundaria me regalo un cassette en el que grabó sus canciones favoritas. Estaba muy de moda eso de grabar canciones que sonaban en la radio, colocar una etiqueta con una dedicatoria y entregárselo a la chica que te gustaba. Era una táctica de conquista casi infalible, y destaco el “casi” porque al chico que me hizo el regalo no le funcionó. Es que, verán, las canciones de Aqua no eran precisamente un soundtrack para enamorar. Al menos no para enamorarme a mí.

Pero, ¿qué es lo que determina el romanticismo de una canción?, ¿es acaso el ritmo?, ¿la letra?

Particularmente creo que el romanticismo de un gesto como dedicar una canción, frase, libro, película, etc., depende del significado que eso tenga no solo para quien lo regala sino para quien lo va a recibir. Con la acción vas a crear un vínculo y, si te lo has currado un poco para conocer a esa otra persona, seguramente va a ser algo especial.

Comento esto a partir de una escena bastante especial en mi novela. Está este chico que secretamente ha estado enamorado de la chica y que, gracias a las paredes de papel de su edificio, conoce sus gustos musicales; entonces se arriesga a regalarle el disco de una banda de rock y dedicarle una de las pistas. Dos cosas para destacar sobre el disco es que 1) no tiene canciones explícitamente románticas, 2) es bastante estridente como para disfrutarlo a la luz de las velas durante una cena o algo similar. Sin embargo fue un gesto muy especial ya que con la elección de la pista, la letra y el espíritu que tiene, está declarando algo. Está dándole un mensaje que solo ella podrá interpretar.

Así fue como la música se convirtió en una parte importante de esta historia que escribí. Las canciones eran una forma en que mis personajes expresaban sus sentimientos y pensamientos, que hicieron crecer la novela y definieron cosas importantes. ¿Cómo llamaríamos a eso?, ¿una historia de amor con soundtrack?

No estoy segura de esto último, solo puedo invitarlos a que lo descubramos juntos leyendo Miss Fatality.