La pregunta es sencilla: ¿A quién le importan los libros? No me refiero a que la lectura compite con Netflix y que los móviles han cercenado toda capacidad de concentración y que un meme de baby Yoda es objetivamente más significativo que cualquier clásico de la literatura; no, todo eso lo doy por sentado ya. Me pregunto algo más elemental: ¿A quién le importa la existencia misma de un libro, dentro de una librería, sumergido entre los 70.000 nuevos títulos que se publican cada año? Aún más: ¿Por qué alguien se dedicaría a publicar libros?

Soy editor, trabajo en un sello llamado Temas de Hoy junto a Sergi, María, Elena y Bruna y, aunque me encanta este oficio, no tengo la menor idea de a quién le importa lo que hacemos. Y está bien, ¿sabes? A la gente le gusta llenarse la boca con aquello de que los libros nos hacen mejores personas o con la idea de que son recipientes sagrados de la cultura; yo, en cambio, aún pienso que los lectores son errores de la Matrix y que si parpadeo en el momento adecuado los veré convertirse en reptilianos o movidas así.

En enero de 2019 renovamos el catálogo de Temas de Hoy siguiendo esa duda esencial sobre quiénes pueden ser nuestros lectores, y ahora que estamos a punto de empezar el segundo año hemos entendido que, así como un objeto diminuto puede proyectar una sombra descomunal, también el ruido del día a día puede atenuar las cosas que importan. Ha sido un año divertidísimo y significativo y estamos listos para seguir, ahora con una intención más decidida de reunir creadores inusuales y rigurosos y relevantes y rebeldes.

El 9 de enero de 2020 empieza nuestro segundo año con la publicación de El viento idiota, el debut literario de un yayo de setenta años llamado Peter Kaldheim y que está lleno de tanto punk y dolor que se permite el don de la ternura. Hemos preparado una segunda temporada con poco más de treinta libros que siguen obedeciendo el estricto mandamiento de la perplejidad porque, fíjate tú, en menos de tres párrafos yo mismo voy a llenarme la boca con esta idea ñoña: un libro es la posibilidad de un mundo, o algo así, y una editorial publica libros que configuran las muchas posibilidades del mundo que sus editores imaginan o temen o anhelan. Igual es una chorrada, pero si llegaste hasta aquí sin buscar una imagen de baby Yoda supongo que estás dispuesto a seguir leyendo un párrafo más.

Perplejidad es entrelazar libros aparentemente tan diferentes  —este año con mucha presencia de la narrativa de ficción y no ficción— con la irracional idea de que alguien, por alguna razón, se acercará a un librería y, entre todas las portadas maravillosas y nombres famosos, elegirá uno de nuestros títulos para seguir la conversación que empezamos. Cada día pienso que es una locura creerlo, pero también cada día pestañeo y sigo sin ver reptilianos, solo lectores. Supongo que la clave está en perseverar.

Marcel Ventura

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