El término shonen es muy sonado últimamente. Quien lo conozca, sabrá perfectamente de qué se trata, pero, si no eres muy amante de la cultura japonesa, tal vez te suene “a chino”.

Para ahondar en el tema, hemos de saber primero qué es el manga. Básicamente, manga es el equivalente japonés del término “tebeo” o historieta. La mayoría suelen ser con dibujos en blanco y negro y se leen en un sentido diferente al de los cómics occidentales: se empiezan por el final y el sentido de las viñetas es de derecha a izquierda. Parece complicado, pero una vez le coges el rollo, son adictivos.

Un tomo físico de un manga suele englobar tres o cuatro capítulos, y la serie entera puede variar en número de tomos, desde únicos hasta series de más de 100. Dependiendo de su éxito pueden hacerse de ellos series televisadas, denominadas anime, o viceversa, de un anime exitoso (o incluso de un videojuego) puede hacerse un manga.

Ahora bien, hay varias categorías de manga en función del segmento de población al que vayan dirigidos. Podemos diferenciar seinen, josei, shojopero el más popular sin duda es el shonen, dirigido al publico joven masculino. Sus series tienen grandes dosis de acción y aventura, en las que el protagonista lucha junto a un grupo de amigos por un objetivo común. En el camino tendrán que enfrentarse a detractores, los típicos villanos de la historia. Pueden ser de temática fantástica, de ciencia ficción, deportiva…

Un claro ejemplo es, sin duda, Dragon Ball. ¿Quién no recuerda poner la televisión justo antes de ir al cole o después del almuerzo y encontrar a un agotado Goku intentando convertirse en supersaiyan para derrotar a su enemigo? Pues bien, Dragon Ball se trata de, nada más y nada menos, que la adaptación televisiva del exitoso manga de Akira Toriyama.

Entonces, si los dibujos japoneses ya habían llegado a España desde hace mucho, con representación de series muy conocidas como Sailor Moon, Mazinger Z, Oliver y Benji, Cardcaptor Sakura… ¿Cómo es que en la actualidad notamos su presencia más que nunca?

Bien, sin duda estamos ante una globalización del manga y la cultura asiática. Los más jóvenes hoy en día tienen acceso a un universo de conocimientos, y esto se debe, en gran parte a Internet. El acceso a contenido de otros lugares, otras culturas y formas de comunicación, ya sea a través de música (como los famosos k-pop y j-pop), o a través de imágenes hacen que cada vez más gente conozca este fenómeno. Al ser historias atractivas, rápidas de leer y adictivas, cada vez están ganando más adeptos, considerándose ya no sólo un tipo de lectura, sino una forma de expresión o personalidad.

Pongamos también como ejemplo el manga Blue Lock. Con una premisa muy original, es el manga más vendido de todo Japón. Su argumento trata sobre un equipo de trescientos jóvenes que, atrapados en una prisión espacial, deben pasar pruebas muy duras para convertirse en el mejor delantero de fútbol del mundo. ¿Por qué es tan popular? Básicamente está dando un toque de ciencia ficción a algo tan simple e internacional como es el fútbol. Los que aman este deporte, aman también Blue Lock. Los que no lo aman, lo amarán porque les gusta ese toque de fantasía.

El manga conecta mucha gente afín a través de este tipo de argumentos. Con sus viñetas, diálogos y su estilo de dibujo, el lector tiene muchísima libertad para imaginar, convirtiéndolos así en una lectura ágil y versátil, dirigida a todos los públicos y edades. Tal vez, si buscas con detenimiento, puedas encontrar alguno que te encante a ti también.

Inma Córdoba de Casa del Libro Córdoba

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