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Alcander nació de mi gusto personal por la aventura y la acción, pero también por la fantasía, la épica y el misterio. Digamos que tenía ganas de escribir fantasía incorporando los elementos que mueven mi mundo como lectora y escritora. La novela tiene un poquito de todo, para que el lector no se aburra. De hecho, es una historia que va de menos a más hasta alcanzar un punto bastante dinámico, antes de abocar un final espectacular. Justo como a mí me gusta.
Pero como todo, la novela también tiene su intrahistoria. Esa que solo conoce su autor, la que se gesta de puertas para adentro. El germen que dio origen a esta historia fue, ni más ni menos que un relato. Me considero escritora de largo aliento, pero durante mi aprendizaje he escrito incontables relatos y micros. Aun hoy, sigo escribiéndolos. Me encanta que sean redondos, con un final impactante. Siento especial predilección por aquellos que me permiten contar algo extraordinario y que hacen pensar al lector. Pues bien, este relato en concreto partió de un taller de escritura creativa al que yo acudía por entonces. Hará unos seis años. Teníamos que escribir sobre alguna noticia extraña aparecida en la prensa. Yo busqué en Internet y encontré un pequeño artículo sobre unas luces flotantes que se habían avistado en un pueblo de Australia. Algunos vecinos de la localidad especulaban sobre si eran de origen extraterrestre, mientras otros aseguraban que eran fuegos fatuos del cercano cementerio. ¿Y qué hice yo? Pues especular todavía más. Una cosa llevó a la otra y, de golpe y porrazo, me había plantado en las veinte páginas. Imposible parar de escribir. Así creé a Shoumila, la cazadora de luces, una inmortal de la casta más baja del linaje de Elis, y que ha llegado a ser uno de los personajes principales de mi novela. En torno a ella fueron surgiendo más historias, más personajes, clanes, linajes, ciudades imposibles; leyendas…. ¿Y qué paso con las luces flotantes del artículo? Pues que se transformaron en Círculos del Progreso. Dale un clavo a un escritor y verás la que te lía.