Las puertas secretas de Sefard ok

Nadie tira piedras contra su propio tejado y yo no voy a ser la excepción. Por ello, mis recomendaciones para que lean Las puertas secretas de Sefarad siempre tendrán, siquiera mínimamente, un cierto fondo de subjetividad. No obstante, trataré de ser lo más objetivo posible y les daré algunas razones para que se embarquen en su lectura:

1)      La novela está escrita con el claro fin de entretener y, de paso, enseñar algunas cosas, algo que nunca viene mal. Los elementos históricos están documentados y son un soporte importante de la trama.

2)      La acción y la intriga —que se remontan a veinte siglos atrás y llegan hasta nuestros días— están presentes, en sentido literal, desde la primera hasta la última página, con un final que sorprende.

3)      Entre viajes, espías, aventuras, antiguos y crípticos textos, misteriosos objetos y asesinos a sueldo hay una historia de amor.

4)      Ofrece motivos de reflexión sobre el fanatismo, la intolerancia, las dictaduras y las guerras.

5)      Le permite al lector plantearse un reto contra sí mismo: intentar desvelar el enigma antes de acabar la lectura. Eso sí, sin hacer trampas. Es un desafío difícil pero vale la pena intentarlo.

6)      Quienes han leído los originales coinciden en que se trata de una novela amena, bien escrita y que engancha desde el comienzo, pero es a ustedes a quienes corresponde juzgarla, por lo que les invito a leerla aunque solo sea por llevarme la contraria.

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