La crítica literaria está peor vista que la deportiva. Esto es un hecho. Para el gran intelectual y comparatista George Steiner la crítica literaria suele proceder de un déficit de amor. ¿Qué une el deporte y la literatura? La emoción, la intensidad. Leer produce un inmenso placer, pero es un placer solitario ya que no puede darse asediado en un gran estadio. No hay banderas ni colores sólo las palabras y tú. Y al hacer una crítica dejas tu impronta, una visión subjetiva de tu mundo y el mundo narrado. Pero hay algunas claves. Necesitamos aprender a leer, que consiste también en profundizar en los entresijos de la técnica literaria para que esa emoción sea más sutil, más crítica (si me permites) al trasladarla al papel de un modo más científico. Con estas pautas descubrirás que tu opinión cuenta, que no hay lecturas erróneas sino inexpertas, que puedes aprender a sentir y a concretar por qué te gusta un libro y por qué no. Comprenderás que al escribir una reseña tus lecturas se vuelven más intensas porque profundizas en aspectos que quizá antes no habías tenido en cuenta.
La crítica literaria, como cualquier otra, analiza lo obvio y lo que hay entre líneas pero, lo más importante, te ayuda a establecer conexiones entre las cosas, porque todo está conectado con todo. La historia de la literatura es la historia del mundo y algunos queremos conocer mejor nuestro mundo interior, seguro que si estás leyendo estás líneas también te puede interesar. Si te gustaría profundizar desde Culturamas te proponen talleres muy interesantes. Pincha aquí y descúbrelo.
Post de: Berta Delgado Melgosa
