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Cuando, en octubre de 2014, Ediciones Tagus contactó conmigo para decirme que estaban interesados en MEMORIA DEL PARAÍSO para su publicación, mi primera reacción fue de una cierta “curiosidad escéptica”. Debo reconocer que yo apenas conocía, (sólo de oídas), este sello editorial, salvo que se trataba de la plataforma digital vinculada a Casa del Libro.

“La verdad es que el tema de ver mi obra publicada había dejado de figurar hacía mucho tiempo entre mis prioridades de autor a causa de mi frustrante experiencia con algunas editoriales de la época”.

Unos primeros pasos sobre terreno farragoso.

En 1973 había publicado mi primer libro de poesía, “En la aceptada orilla”, en edición conjunta con “Primeros pasos”, de mi entrañable amigo, Luis Romero. Esto, pensaba yo con una ingenuidad sin mellas apreciables todavía, me abriría las puertas más selectas y herméticas del starsystem literario. Y así, sin más armas que mi optimismo pueril y una fe quijotesca, tirando peligrosamente a petulancia, en mi incuestionable valía como escritor, empecé a enviar, contumaz en mi causa, mis primeros originales a diversos sellos de renombre. Los resultados no pudieron ser más decepcionantes para mi vanidad en flor (¡Ay, virginidad, divino tesoro…!).  Su invariable respuesta,  “Lo sentimos, de momento no entra en nuestros planes…”, al principio me encorajinaba y me hacía rabiar como un niño malcriado, pero, a la larga, tuvieron el efecto, como paletadas de tierra, de ir sepultando mi romántico y juvenil sueño de ver mis obras expuestas al alcance del lector. Poco a poco ese sueño se vino apagando, convirtiéndose con el tiempo en una posibilidad tan lejana como improbable, asumida orgullosamente con una mezcla de escepticismo y desdén que me han acompañado como fieles escuderos a lo largo de los años en mi ininterrumpida y silenciosa labor creadora.

Recurriendo a Autopublicación para alcanzar el éxito.

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Fueron el entusiasmo y la fe de un grandísimo amigo los que, tras leer mi novela, MEMORIA DEL PARAÍSO, a fuerza de insistir y porfiar, relajaron mis escrúpulos y reticencias. Con una generosidad que en modo alguno merezco, me pidió que lo dejara todo en sus manos y me despreocupara del tema. En menos de dos semanas la veía publicada, tanto en edición digital como en papel en autoedición. Todo, de la maquetación a la portada era obra suya. Y ahora, confieso mi emoción, yo tenía en mis manos mi propio libro, sin llegar a creérmelo del todo.

Tras dieciséis meses de un estimable éxito de ventas, que sobrepasaba todas mis expectativas, recibí la oferta de Ediciones Tagus. Como dije al principio, hasta ese momento, muy poco sabía de ellos, así que, bajo mi habitual sayo de fino descreimiento, indagué y contacté con otros autores que ya habían publicado en su plataforma. Todos, sin excepción, estaban satisfechos. Pero eso a mí no me bastaba, (¡Ah, mis severos principios de la prevención, tantas veces infundados!). Les dije que me gustaría conocerlos personalmente y hacerme una idea más concreta sobre su ofrecimiento. Quizás esperaba, no sé, que me pusieran alguna pega que confirmara mis recelos y me diera el pretexto que, de manera inconsciente, buscaba para dar por zanjado el asunto. Todo lo contrario: Se ofrecieron gustosos a recibirme en la sede de la editorial cuando yo quisiera. Y allí que me fui, dispuesto a resolver todas mis dudas. Fue una larga reunión de una cordialidad y un contenido profesional totalmente gratos e inesperados por mí. Las dos personas que me recibieron, no sólo disiparon cualquier desconfianza, sino que me expusieron con amplitud de detalles los objetivos del proyecto de Autores Tagus, “que van mucho más allá de la simple publicación”, me explicaron. El objetivo final era crear una “Comunidad de escritores”, donde todos ellos se relacionasen y se apoyaran como si de una familia bien avenida se tratara.

La verdad es que salí convencido y satisfecho. El 9 de enero de 2015 salía publicada en Ediciones Tagus  MEMORIA DEL PARAÍSO. Desde entonces he tenido varias charlas más con ellos, donde han escuchado mis opiniones y sugerencias, he asistido invitado a eventos literarios y, en fin, se ha establecido entre nosotros una relación de cordialidad que, efectivamente, me hace creer que Autores Tagus tiene vocación de familia literaria. Les deseo perseverancia y éxito en ese atractivo empeño.

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