¿Nunca te ha pasado que no consigues recordar que diantres fuiste a buscar a la cocina? ¿O que no recuerdas el nombre de alguien o donde dejaste las llaves? ¿Alguna vez te ha parecido escuchar tu nombre, pero al girarte no había nadie que te hubiese llamado?

El ser humano es una maravillosa consecuencia de toda una compleja constelación de variables que han ido contribuyendo a la construcción de lo que somos. Somos nuestra historia y nuestras experiencias e, inevitablemente, también somos una consecuencia de lo que hace nuestro cerebro con toda la información que maneja.

La vida cotidiana está repleta de pequeñas anécdotas y de desastres, de situaciones inquietantes, e incluso aparentemente incomprensibles, que también definen lo que somos. Entendernos implica comprender cómo funcionamos y asumir que un sistema tan complejo como el cerebro y las funciones que despliega no son invulnerables a los fallos.

Este libro no pretende ser un manual de autoayuda ni una burda simplificación de la conducta humana reducida a un cerebro en acción. Todo lo contrario. En este libro, el autor intenta aproximarse, desde la óptica del conocimiento del funcionamiento del cerebro humano y de los procesos que dependen de él, a la explicación neuropsicológica de toda una serie de hechos que, dentro de la más absoluta normalidad neurológica, todas las personas experimentamos en algún momento de nuestra vida. Obviamente, también se hace hincapié en el aspecto que los aparentes fallos cotidianos pueden adquirir cuando dejan de ser algo benigno y merecen un estudio pormenorizado. Pero en esencia, este es un libro sobre la normalidad. Una normalidad que incluye una infinidad de fallos del cerebro y de la mente.

De este modo, en ¿Dónde están las llaves? se desgranan los mecanismos explicativos de lo que podemos considerar la «neuropsicología de la vida cotidiana». Esa neuropsicología benigna que nos explica porque tenemos la impresión de olvidar ciertas cosas, de dónde nace la intuición, qué mecanismos pueden explicar algunos fenómenos y experiencias aparentemente paranormales, qué contribuye a la bondad y a la maldad humana o qué hay de cierto en toda una serie de «neuro-mitos» como el de que solo usamos el 10% del cerebro.

Dar respuesta a partir de una aproximación científica a todas estas y muchas otras situaciones permite, no solo conocernos mejor a través del libro, sino también descubrir, de un modo ameno, algunos de los mecanismos que rigen el funcionamiento de nuestro cerebro, empleando esta neuropsicología de la vida cotidiana como excusa para poder ilustrar el funcionamiento del cerebro y de la mente humana.

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1 comentario

  1. «¿Dónde están las llaves?: Neuropsicología de la vida cotidiana» de Saúl Martínez-Horta es una excelente introducción a la obra. Es concisa, pero informativa, y despierta la curiosidad del lector.

    El título del libro es atractivo y llamativo, y ya sugiere al lector que el libro tratará sobre temas que le son familiares. La frase «Los misterios de nuestra vida cotidiana resueltos por un neuropsicólogo» es una promesa interesante, que sugiere que el libro ofrece una explicación científica a situaciones que a menudo consideramos inexplicables.

    El libro continúa enumerando una serie de situaciones cotidianas que pueden tener una explicación neuropsicológica. Estos ejemplos son relevantes y atractivos para el lector promedio, y ayudan a ilustrar el alcance del libro.

    La frase, «En este libro, Saúl Martínez-Horta ofrece una mirada científica para entender mejor cómo funciona nuestro cerebro», es una declaración clara de los objetivos del libro. El lector sabe que el libro está escrito por un experto en neuropsicología, y que ofrece una perspectiva científica sobre temas cotidianos.

    En general, el libro «¿Dónde están las llaves?: Neuropsicología de la vida cotidiana» es un excelente trabajo de divulgación científica. Es concisa, informativa y atractiva, y despierta la curiosidad del lector.

    Algunos detalles específicos que me gustan de la sinopsis:

    – El uso de un lenguaje claro y accesible.
    – La selección de ejemplos cotidianos que son relevantes para el lector promedio.
    – La declaración clara de los objetivos del libro.

    Creo que esta sinopsis es efectiva para captar la atención del lector y despertar su interés por el libro.

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