¿Alguna vez te ha sucedido que no avanzas con el libro que estás leyendo?

Tienes ganas de leer y a la vez no, quieres avanzar en la lectura pero no consigues leer más de dos páginas y al final se te quitan las ganas de leer. Puede ser que estés pasando por un “Bloqueo lector”.

¿Y qué es el bloqueo lector? Es una situación por la que todos habremos pasado en más de una ocasión a lo largo de nuestra vida. Puede ser que por algún motivo bajes el ritmo de lectura, no te sientas motivado, se te atragante algún libro… De forma que pasas de leer todos los días a leer cada tres o cuatro, o incluso que leas una vez a la semana (lo que viene siendo el día libre).

En ocasiones, esto se debe al aumento de la vida social (como nos sucedió tras el encierro domiciliario o si has pasado por alguna cuarentena), porque nos enganchemos a alguna serie (como pueden ser La casa de papel, Valeria o Sex Education) y así un largo etcétera. Pero si no es por esto, tal vez sea que necesitas cambiar un poco tu hábito lector, puede ser que los libros que antes te encantaban ahora te aburran, puede que necesites un cambio de aires.

No hace mucho escribí otra entrada para este blog sobre “Cómo salir de nuestra zona de confort”, en la cual podéis encontrar algunas pinceladas que os pueden ayudar también para esta ocasión, aunque aquí os doy algunas ideas diferentes, pues son situaciones parecidas, pero sus soluciones no lo son tanto.

Lo primero que os recomiendo es que dejéis de leer ese libro con el que os ha dado el bajón, dado que ya lo habéis intentado y todavía seguís igual. Hay momentos de nuestra vida en los que necesitamos leer un libro y otros en los que necesitamos dejar de hacerlo, ya habrá tiempo para leerlo si realmente estamos interesados en él, pero ahora no es el momento.

Lo ideal sería que tuviésemos una lista de libros que nos apetezca mucho leer, cogerla y elegir el que nos entra más por ojo, uno de esa autora que tanto nos gusta y acaba de publica algo nuevo (en mi caso es Alice Kellen), o ese que tanto hype ha creado por las redes sociales o del boca a boca (como es El infinito en un junco, de Irene Vallejo), uno por el que aumenten nuestras ganas de leer de nuevo. En mi caso suele ser alguna de las últimas novedades de las novelas románticas o juveniles, por ejemplo ahora mismo estoy deseando leer Heredera de Fuego, de Sarah J. Maas.

En ocasiones, esto tampoco ayuda, porque lo que necesitamos es algo ligero, una novela cortita o incluso una novela gráfica, poco texto y que nos atrape desde el principio. Personalmente, a mi me ayudó Coñodramas, de Moderna de Pueblo, con su toque de realidad y humor en cada viñeta que me hizo volver a leer como una posesa, pero entiendo que este libro no es para todos los gustos. Actualmente, y cada día más, contamos en nuestras librerías con más novelas gráficas de algunos clásicos o libros muy conocidos, como El Diario de Ana Frank, 1984, El olvido que seremos, La ruta infinita o Nada, los cuales pueden gustar a muchos y ayudarnos un poco a retomar el buen hábito de la lectura e incluso ayudarnos con ese libro que tantas ganas tenemos de leer.

Y por último, pero no menos importante, mi truco personal, cuando no consigo que ningún libro me acabe de enganchar, cojo mi libro favorito (El día que dejó de nevar en Alaska) y lo releo, en ocasiones de la primera a la última página, en otras, en los momentos que más me gustan de la historia, porque si algo es seguro, es que mi libro favorito me recordará por qué me encanta leer tantísimo.

Espero que os haya ayudado un poquito y que pocas veces paséis por esta situación, pero si lo necesitarais vuestros libreros favoritos también estaremos a mano para ayudaros y encontrar ese libro que os saque del bloqueo Lector.

Rosa Fernández de Casa del Libro Córdoba.

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